He elegido este cuadro
porque me llamó la atención ,cuando fui al Museo De Sorolla En
Madrid :
Es curioso porque no se
ve el cielo, ni casas ni árboles, solo dos niñas, en el centro del
cuadro, cogidas de la mano adentrándose en el mar. Me llama la
atención que las niñas no van en bañador, van con unos vestidos
para la playa, largos, con colores claros que le quedan sueltos y
aunque están entrando en el agua, no parece que vayan a bañarse. El
mar está tranquilo, sereno y transparente, con tonos azules y
grises.
Las dos niñas son
pequeñas. La menor, vestida de blanco, es castaña, lleva dos
coletas y puede tener unos tres o cuatro años y se sujeta
fuertemente de la otra niña, que viste de rosa, tiene el pelo más
claro y puede tener dos años más que la niña pequeña.
A pesar de que no hay
olas las niñas parecen inseguras y están mirando cuidadosamente sus
pasos o algo que hay en el fondo. ¿Tal vez un pez? ¿Quizá estén
mirando sus propios pies?
No se sabe pero resulta
mágico y muy tierno. Esta ternura hace más dulce e increíble la
luminosidad de las primeras horas de una tarde de verano y por los
colores claros que predominan.
El cuadro me transmite
calma y me da la sensación que casi se puede escuchar el rumor del
mar. Me encantó este cuadro en particular de todo el Museo.
LUCÍA SAYAGO SÁNCHEZ 2º
– D.
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